martes, 4 de agosto de 2015

Juana de Arco


Juana se encuentra sola ante clérigos muy sabios que procurarán hacerla contradecirse y tienen certeza de conseguirlo fácilmente: ¡una joven ignorante frente a semejantes expertos! El proceso durará cinco meses, con interrogatorios casi diarios durante cuatro de ellos. Para Cauchon y sus secuaces, es una sucesión de decepciones: es imposible conseguir que Juana se contradiga o retracte y ninguna de sus respuestas puede considerarse una herejía. Finalmente, Cauchon sólo podrá atacarla por su vestimenta masculina. Ella la usó desde el comienzo de su acción, cuando debía cabalgar y combatir. En la prisión, donde la vigilan carceleros ingleses, esa vestimenta la protege. La joven a la cual llamamos Juana de Arco siempre se hizo llamar Juana la Doncella, es decir, la virgen. Por lo demás, fue sometida en dos oportunidades a exámenes de virginidad que confirmaron la justificación de ese nombre. Se negará adejar la ropa de hombre porque vestida de mujer no estaría suficientemente segura. Al recibir la orden de usar nuevamente ropa de mujer, obedece únicamente durante algunos días y vuelve a ponerse el traje de hombre, con lo cual Cauchon la declarará “relapsa”, reincidente en una falta anteriormente abjurada y la condenará a la hoguera.
http://www.humanitas.cl/html/biblioteca/articulos/d0159.html

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